jueves, 9 de mayo de 2024

El Consejo de la Selva

 


El Consejo de la Selva

En el corazón de la selva, los animales vivían en armonía hasta que llegó el día en que la paz se vio amenazada. Los más fuertes comenzaron a acaparar los recursos, dejando a los más pequeños sin alimento ni refugio. Fue entonces cuando un valiente grupo de animales decidió pedir justicia social.

—¡No es justo! —exclamó Tina, la tortuga—. Todos merecemos una oportunidad de vivir bien.

—Es la ley de la selva, Tina. Los fuertes sobreviven —gruñó Bruno, el oso, con indiferencia.

—Pero podemos cambiar eso. Podemos trabajar juntos —insistió Simón, el mono, balanceándose entre las ramas.

Los animales se reunieron en el claro de la selva para discutir el asunto. Algunos, como Bruno, creían que no había necesidad de cambiar, mientras que otros, como Tina y Simón, sabían que la justicia social era esencial para la supervivencia de todos.

—¡Debemos compartir los recursos y ayudar a los más débiles! —proclamó Lila, la liebre.

—¡Eso es una tontería! —bufó Bruno—. ¡Cada uno debe cuidarse a sí mismo!

La tensión creció y el conflicto parecía inevitable. Los valores de solidaridad y cooperación chocaban con los antivalores de egoísmo y desigualdad.

Fue entonces cuando apareció Sabia, la anciana elefanta, conocida por su justicia y sabiduría.

—Escuchen todos —dijo con voz firme—. La verdadera fuerza de la selva reside en nuestra unidad. Si no cuidamos de los más vulnerables, ¿qué clase de comunidad somos?

Las palabras de Sabia resonaron en el corazón de los animales. Incluso Bruno comenzó a entender que la justicia social era más que una cuestión de supervivencia; era una cuestión de dignidad para todos.

Los animales trabajaron juntos para crear un sistema donde todos tuvieran acceso a lo necesario. Y así, la selva floreció como nunca antes, demostrando que la justicia social era posible incluso en el lugar más inesperado.

El cuento de los animales que pedían justicia social enseñó valores de empatía, solidaridad y cooperación, superando los antivalores de egoísmo y desigualdad, y dejando una lección de vida para todos los habitantes de la selva.

 


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