domingo, 13 de noviembre de 2022

El texto dramático: • Autores latinoamericanos. (El Sí de las niñas) El argumento, Personajes: tipología, características.



El sí de las niñas

ACTO II

Escena IV



DOÑA IRENE, DOÑA FRANCISCA





DOÑA IRENE - Pues mucho será que DON DIEGO - no haya tenido
algún encuentro por ahí, y eso le detenga. Cierto que es un señor muy mirado,
muy puntual... ¡Tan buen cristiano! ¡Tan atento! ¡Tan bien hablado! ¡Y con qué
garbo y generosidad se porta!... Ya se ve, un sujeto de bienes y de posibles...
¡Y qué casa tiene! Como un ascua de oro la tiene... Es mucho aquello. ¡Qué ropa
blanca! ¡Qué batería de cocina! ¡Y qué despensa, llena de cuanto Dios crió!...
Pero tú no parece que atiendes a lo que estoy diciendo.

DOÑA FRANCISCA - Sí, señora, bien lo
oigo; pero no la quería interrumpir a usted.

DOÑA IRENE - Allí estarás, hija mía,
como el pez en el agua; pajaritas del aire que apetecieras las tendrías, porque
como él te quiere tanto, y es un caballero tan de bien y tan temeroso de
Dios... Pero mira, Francisquita, que me cansa de veras el que siempre que te
hablo de esto, hayas dado en la flor de no responderme palabra... ¡Pues no es
cosa particular, señor!

DOÑA FRANCISCA - Mamá, no se enfade
usted.

DOÑA IRENE - No es buen empeño de...
¿Y te parece a ti que no sé yo muy bien de dónde viene todo eso?... ¿No ves que
conozco las locuras que se te han metido en esa cabeza de chorlito?...
¡Perdóneme Dios!

DOÑA FRANCISCA - Pero... Pues ¿qué
sabe usted?

DOÑA IRENE - ¿Me quieres engañar a
mí, eh? ¡Ay, hija! He vivido mucho, y tengo yo mucha trastienda y mucha
penetración para que tú me engañes.

DOÑA FRANCISCA(Aparte) ¡Perdida
soy!

DOÑA IRENE - Sin contar con su
madre... Como si tal madre no tuviera... Yo te aseguro que aunque no hubiera
sido con esta ocasión, de todos modos era ya necesario sacarte del convento.
Aunque hubiera tenido que ir a pie y sola por ese camino, te hubiera sacado de
allí... ¡Mire usted qué juicio de niña éste! Que porque ha vivido un poco de
tiempo entre monjas, ya se la puso en la cabeza el ser ella monja también... Ni
qué entiende ella de eso, ni qué... En todos los estados se sirve a Dios,
Frasquita; pero el complacer a su madre, asistirla, acompañarla y ser el
consuelo de sus trabajos, ésa es la primera obligación de una hija obediente...
Y sépalo usted, si no lo sabe.

DOÑA FRANCISCA - Es verdad, mamá...
Pero yo nunca he pensado abandonarla a usted.

DOÑA IRENE - Sí, que no sé yo...

DOÑA FRANCISCA - No, señora. Créame
usted. La Paquita nunca se apartará de su madre, ni la dará disgustos.

DOÑA IRENE - Mira si es cierto lo
que dices.

DOÑA FRANCISCA - Sí, señora, que yo
no sé mentir.

DOÑA IRENE - Pues, hija, ya sabes lo
que te he dicho. Ya ves lo que pierdes, y la pesadumbre que me darás si no te
portas en un todo como corresponde... Cuidado con ello.

DOÑA FRANCISCA(Aparte) ¡Pobre
de mí!




Escena V



DON DIEGO , DOÑA IRENE , DOÑA FRANCISCA



(Sale DON
DIEGO por la puerta del foro, y deja sobre la mesa sombrero y bastón.)



DOÑA IRENE - Pues ¿cómo tan tarde?

DON DIEGO - Apenas salí tropecé con
el rector de Málaga, Padre Guardián de San Diego, y el doctor Padilla, y hasta
que me han hartado bien de chocolate y bollos no me han querido soltar...



(Siéntase
junto a DOÑA IRENE .)



Y a todo esto,
¿cómo va?

DOÑA IRENE - Muy bien.

DON DIEGO - ¿Y doña Paquita?

DOÑA IRENE - Doña Paquita, siempre
acordándose de sus monjas. Ya la digo que es tiempo de mudar de bisiesto y
pensar sólo en dar gusto a su madre y obedecerla.

DON DIEGO - ¡Qué diantre!. ¿Con que
tanto se acuerda de...?

DOÑA IRENE - ¿Qué se admira usted?
Son niñas... No saben lo que quieren, ni lo que aborrecen... En una edad así,
tan...

DON DIEGO - No, poco a poco, eso no.
Precisamente en esa edad son las pasiones algo más enérgicas y decisivas que en
la nuestra, y por cuanto la razón se halla todavía imperfecta y débil, los
ímpetus del corazón son mucho más violentos...



(Asiendo de
una mano a DOÑA FRANCISCA ,
 la hace sentar inmediata a él.)



Pero de veras,
doña Paquita, ¿se volvería usted al convento de buena gana?... La verdad.

DOÑA IRENE - Pero si ella no...

DON DIEGO - Déjela usted, señora,
que ella responderá.

DOÑA FRANCISCA - Bien sabe usted lo
que acabo de decirla... No permita Dios que yo la dé que sentir.

DON DIEGO - Pero eso lo dice usted
tan afligida y...

DOÑA IRENE - Si es natural, señor,
¿No ve usted que...?

DON DIEGO - Calle usted, por Dios,
DOÑA IRENE - , y no me diga usted a mí lo que es natural. Lo que es natural es
que la chica esté llena de miedo, y no se atreva a decir una palabra que se
oponga a lo que su madre quiere que diga... Pero si esto hubiese, por vida mía,
que estábamos lucidos.

DOÑA FRANCISCA - No, señor, lo que
dice su merced, eso digo yo; lo mismo. Porque en todo lo que me manda la
obedeceré.




Escena VI



 



RITA , DOÑA FRANCISCA .



 



RITA.-   Señorita... ¡Eh!,
chit... señorita.



DOÑA FRANCISCA.-   ¿Qué
quieres?



RITA.-   Ya ha venido.



DOÑA FRANCISCA.-   ¿Cómo?



RITA.-   Ahora mismo acaba
de llegar. Le he dado un abrazo con licencia de usted, y ya sube por la
escalera.



DOÑA FRANCISCA.-   ¡Ay, Dios!...
¿Y qué debo hacer?



RITA.-   ¡Donosa
pregunta!... Vaya, lo que importa es no gastar el tiempo en melindres de
amor... Al asunto... y juicio... Y mire usted que, en el paraje en que estamos,
la conversación no puede ser muy larga... Ahí está.



DOÑA FRANCISCA.-   Sí... Él
es.



RITA.-   Voy a cuidar de
aquella gente... Valor, señorita, y resolución. 
(RITA se va al cuarto de DOÑA IRENE .)



DOÑA FRANCISCA.-   No, no; que
yo también... Pero no lo merece.




 



Escena
VII



 



Sale DON CARLOS por la puerta del foro.



 



DON CARLOS.-  
¡Paquita!... ¡Vida mía! Ya estoy aquí... ¿Cómo va, hermosa, cómo va?



DOÑA FRANCISCA.-   Bien
venido.



DON CARLOS.-   ¿Cómo tan
triste?... ¿No merece mi llegada más alegría?



DOÑA FRANCISCA.-   Es verdad,
pero acaban de sucederme cosas que me tienen fuera de mí... Sabe usted... Sí,
bien lo sabe usted... Después de escrita aquella carta, fueron por mí... Mañana
a Madrid... Ahí está mi madre.



DON CARLOS.-   ¿En dónde?



DOÑA FRANCISCA.-   Ahí, en ese
cuarto.  (Señalando al cuarto de DOÑA
IRENE .)



DON CARLOS.-   ¿Sola?



DOÑA FRANCISCA.-   No, señor.



DON CARLOS.-   Estará en
compañía del prometido esposo.  (Se
acerca al cuarto de DOÑA IRENE , se detiene y vuelve.)  Mejor... Pero ¿no hay nadie más con ella?



DOÑA FRANCISCA.-   Nadie más,
solos están... ¿Qué piensa usted hacer?



DON CARLOS.-   Si me
dejase llevar de mi pasión, y de lo que esos ojos me inspiran, una temeridad...
Pero tiempo hay... Él también será hombre de honor, y no es justo insultarle
porque quiere bien a una mujer tan digna de ser querida... Yo no conozco a su
madre de usted ni... Vamos, ahora nada se puede hacer... Su decoro de usted
merece la primera atención.



DOÑA FRANCISCA.-   Es mucho el
empeño que tiene en que me case con él.



DON CARLOS.-   No importa.



DOÑA FRANCISCA.-   Quiere que esta
boda se celebre así que lleguemos a Madrid.



DON CARLOS.-   ¿Cuál?...
No. Eso no.



DOÑA FRANCISCA.-   Los dos
están de acuerdo, y dicen...



DON CARLOS.-   Bien...
Dirán... Pero no puede ser.



DOÑA FRANCISCA.-   Mi madre no
me habla continuamente de otra materia. Me amenaza, me ha llenado de temor...
Él insta por su parte, me ofrece tantas cosas, me...



DON CARLOS.-   Y usted,
¿qué esperanza le da?... ¿Ha prometido quererle mucho?



DOÑA FRANCISCA.-  
¡Ingrato!... ¿Pues no sabe usted que...? ¡Ingrato!



DON CARLOS.-   Sí; no lo
ignoro, Paquita... Yo he sido el primer amor.



DOÑA FRANCISCA.-   Y el
último.



DON CARLOS.-   Y antes
perderé la vida que renunciar al lugar que tengo en ese corazón... Todo él es
mío... ¿Digo bien?  (Asiéndola de las
manos.)



DOÑA FRANCISCA.-   ¿Pues de
quién ha de ser?



DON CARLOS.-   ¡Hermosa!
¡Qué dulce esperanza me anima!... Una sola palabra de esa boca me asegura...
Para todo me da valor... En fin, ya estoy aquí... ¿Usted me llama para que la
defienda, la libre, la cumpla una obligación mil y mil veces prometida? Pues a
eso mismo vengo yo... Si ustedes se van a Madrid mañana, yo voy también. Su
madre de usted sabrá quién soy... Allí puedo contar con el favor de un anciano
respetable y virtuoso, a quien más que tío debo llamar amigo y padre. No tiene
otro deudo más inmediato ni más querido que yo; es hombre muy rico, y si los
dones de la fortuna tuviesen para usted algún atractivo, esta circunstancia
añadiría felicidades a nuestra unión.



DOÑA FRANCISCA.-   ¿Y qué vale
para mí toda la riqueza del mundo?



DON CARLOS.-   Ya lo sé.
La ambición no puede agitar a un alma tan inocente.



DOÑA FRANCISCA.-   Querer y
ser querida... No apetezco más ni conozco mayor fortuna.



DON CARLOS.-   Ni hay
otra... Pero debe usted serenarse, y esperar que la suerte mude nuestra
aflicción presente en durables dichas.



DOÑA FRANCISCA.-   ¿Y qué se
ha de hacer para que a mi pobre madre no le cueste una pesadumbre?... ¡Me
quiere tanto!... Si acabo de decirla que no la disgustaré, ni me apartaré de su
lado jamás; que siempre seré obediente y buena... ¡Y me abrazaba con tanta
ternura! Quedó tan consolada con lo poco que acerté a decirla... Yo no sé, no
sé qué camino ha de hallar usted para salir de estos ahogos.



DON CARLOS.-   Yo le
buscaré... ¿No tiene usted confianza en mí?



DOÑA FRANCISCA.-   ¿Pues no he
de tenerla? ¿Piensa usted que estuviera yo viva si esta esperanza no me
animase? Sola y desconocida de todo el mundo, ¿qué había yo de hacer? Si usted
no hubiese venido, mis melancolías me hubieran muerto, sin tener a quién volver
los ojos, ni poder comunicar a nadie la causa de ellas... Pero usted ha sabido
proceder como caballero y amante, y acaba de darme con su venida la prueba de
lo mucho que me quiere.  (Se enternece y
llora.)



DON CARLOS.-   ¡Qué
llanto!... ¡Cómo persuade!... Sí, Paquita, yo solo basto para defenderla a
usted de cuantos quieran oprimirla. A un amante favorecido, ¿quién puede
oponérsele? Nada hay que temer.



DOÑA FRANCISCA.-   ¿Es
posible?



DON CARLOS.-   Nada...
Amor ha unido nuestras almas en estrechos nudos y sólo la muerte bastará a
dividirlas.




 



Escena VIII



RITA DON
CARLOS DOÑA
FRANCISCA .



RITA.-   Señorita, adentro. La mamá pregunta por usted. Voy
a traer la cena, y se van a recoger al instante... Y usted, señor galán, ya
puede también disponer de su persona.

DON CARLOS.-   Sí, que no
conviene anticipar sospechas... Nada tengo que añadir.

DOÑA FRANCISCA.-   Ni yo.

DON CARLOS.-   Hasta mañana.
Con la luz del día veremos a este dichoso competidor.

RITA.-   Un caballero muy
honrado, muy rico, muy prudente; con su chupa larga, su camisola limpia y sus
sesenta años debajo del peluquín.  (Se va por la puerta del
foro.) 


Dª FRANCISCA.-   Hasta mañana.

DON CARLOS.-   Adiós. Paquita.

DOÑA FRANCISCA.-   Acuéstese
usted y descanse.

DON CARLOS.-   ¿Descansar con
celos?

DOÑA FRANCISCA.-   ¿De quién?

DON CARLOS.-   Buenas noches...
Duerma usted bien, Paquita.

DOÑA FRANCISCA.-   ¿Dormir con
amor?

DON CARLOS.-   Adiós, vida mía.

DOÑA FRANCISCA.-   Adiós.  (Éntrase
al cuarto de 
DOÑA IRENE .) 




 



Escena IX





DON CARLOS CALAMOCHA RITA .



DON CARLOS.-   ¡Quitármela!  (Paseándose
inquieto.)  
No... Sea quien fuere, no me la quitará. Ni su madre
ha de ser tan imprudente que se obstine en verificar este matrimonio
repugnándolo su hija..., mediando yo... ¡Sesenta años!... Precisamente será muy
rico... ¡El dinero!... Maldito él sea, que tantos desórdenes origina.

CALAMOCHA.-   Pues, señor  (Sale
por la puerta del foro.)  
, tenemos un medio cabrito asado, y...
a lo menos parece cabrito. Tenemos una magnífica ensalada de berros, sin
anapelos ni otra materia extraña, bien lavada, escurrida y condimentada por
estas manos pecadoras, que no hay más que pedir. Pan de Meco, vino de la
Tercia... Conque , si hemos de cenar y dormir, me parece que sería bueno...

DON CARLOS.-   Vamos... ¿Y
adónde ha de ser?

CALAMOCHA.-   Abajo.. Allí he
mandado disponer una angosta y fementida mesa, que parece un banco de herrador.

RITA.-   ¿Quién quiere
sopas?  (Sale por la puerta del foro con unos platos, taza,
cucharas y servilleta.) 


DON CARLOS.-   Buen provecho.

CALAMOCHA.-   Si hay alguna
real moza que guste de cenar cabrito, levante el dedo.

RITA.-   La real moza se ha
comido ya media cazuela de albondiguillas... Pero lo agradece, señor
militar.  (Éntrase al cuarto de DOÑA IRENE .) 

CALAMOCHA.-   Agradecida te
quiero yo, niña de mis ojos.

DON CARLOS.-   Conque ¿vamos?

CALAMOCHA.-   ¡Ay, ay,
ay!...  ( CALAMOCHA se encamina a la puerta del
foro, y vuelve; hablan él y 
DON CARLOS , con reservas, hasta
que 
CALAMOCHA se adelanta a saludar a SIMÓN .)  ¡Eh!
Chit, digo...

DON CARLOS.-   ¿Qué?

CALAMOCHA.-   ¿No ve usted lo
que viene por allí?

DON CARLOS.-   ¿Es Simón?

CALAMOCHA.-   El mismo... Pero
¿quién diablos le...?

DON CARLOS.-   ¿Y qué haremos?

CALAMOCHA.-   ¿Qué sé yo?...
Sonsacarle, mentir y... ¿Me da usted licencia para que...?

DON CARLOS.-   Sí; miente lo
que quieras... ¿A qué habrá venido este hombre?

El sí de las niñas (Acto II) - Leandro Fernández de Moratín (rinconcastellano.com)

12 comentarios:

  1. Emilio David Martínez Romero#15
    Yo lo que entiendo de la obra El sí de la niña es que doña Irene (madre de Francisca) ha concertado el matrimonio de Don Diego con doña Francisca sin consultar la opinión de la niña y doña Irene miente que doña Francisca está enamorada de Don Diego

    Escena :V
    Entiendo que doña Irene y Don Diego hace un acuerdo para salir a pasear la siguiente mañana

    Personajes de la Escena :V Simón doña Irene Don Diego

    Personajes de la: lV doña Irene Don Diego

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  2. Linda Sarai Martinez Rocha # 28
    Argumento :
    Lo que yo entendi de esta obra (El si de las niñas ) es que doña Irine la madre de doña Francisca esta buscando una forma o solucion de evitar de que su hija Francisca este conforme en el matrimonio con diego ya que segun doña irine la chica es muy joven he injenua lo cual segun doña Irine la chica no sabe lo que quiere y lo que tendra como esposo .

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  3. Jose Emmanuel Ortiz Leiva#18

    Yo entiendo en el texto el si de la niña es q doña Irene (madre francica ) ha concertado el matrimonio de don Diego y doña Francica la opinión de la niña y doña Irene es q doña Franciaca miente al decir q amama a don Diego.
    Escena V : yo entiendo q don Diego y doña Irene quedaron de acuerdo para verce la mañana siguiente.


    Personaje de la escena IV:Doña Irene y don Diego.

    Personaje de la escena V: Simon, doña Irene y don Diego.




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  4. Yeling Dolmus # 7

    Yo entiendo en el texto el si de la niña e sq do ( madre francica ) ha consagrado el matrimonio de don Diego y doña Irene y la niña y doña Irene piensa q doña Francica no ama a don Diego.

    En la escena V entiendo q don Diego y doña Irene ivan aver ala mañana siguiente .

    Lo personaje son : Simon, doña Irene y. don Diego ,

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  5. Marvin Antonio Juarez Meza # 10
    Argumento :
    Lo que yo entendi de esta obra esque doña Irene y la hija doña Fransistca en donde la mama be con buenos hojos al novio de la hija que don Diego en donde la mama le recomienda que don Diego es buen partido ya que el señor muy mirado muy puntual ,tan buen cristiano ,atento , bien ablado y sr be un sujeto bien acomodado y le dise que a ella no parese interesarle

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  6. Lorenzo salgado #24 8vo.C

    [Argumento]:
    Yo lo que endiendo del parrafo lV que el si de la niña es que la madre de fransica ha echo un matrimonio de don Diego y doña fransisca miente que lo ama a don diego

    Parrafo lV don diego hiva a verse con Don Diegoen la mañana

    Personaje que partisipan= don diego y doña irene , simon..

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  7. Neftali castillo #6
    Argumento
    Lo que yo entiendo de esta escena es que doña Irene esque estaba enamorada de don Diego pero no era sierto.solo le mintio

    Pero lo que más me gusta de estas esenas es que todos quedan acmirado al ver que eran un gran cristianó y de un buen hablarb y que siempre era puntual entodo lo que le pedían

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  8. Kevin stewar # 19
    La obra el si dela niña
    Yo entiendo del texto (el si dela niña) es que la madre de fransisca ha concertado el matrimonio de don diego y doña francisca sin la opinion dela niña y doña francisca miente que la don diego escena v
    Yo lo que entiendo que don diego y doña irene
    Condersa para salir la mañana siguiente
    Personaje lv doña irene don diego y doña francisca
    Personaje v
    Simon doña irene don diego

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